domingo, 1 de febrero de 2009

Mejor que un orgasmo, mejor que sentirte guapa, mejor que chillar, que saltar, que besar, que abrazar. Mejor que el sexo, mejor que a que te regalen un anillo, mejor que un ramo de flores, mejor que una puesta de sol.
Mejor que la nocilla y los batidos de vainilla, mejor que la trilogía del Señor de los Anillos, que la serie completa de Friends, que las tardes sin hacer nada. Mejor que una ducha de agua fría, que la nieve, mejor que una tarde de playa solitaria, que despertarse por los rayos de sol a las 12 del mediodía, mejor que estar toda la noche bailando, que ir al cine y abrazarte a alguien, que ver una peli en casa, que comer chocolate, que irse de vacaciones al sitio de tus sueños. Mejor que maquillarse, que ir en moto a 120km/h, que cantar con todas tus fuerzas tu canción favorita, mejor que pensar que el mundo es tuyo, que hacer oír tus tacones, que estar esperándote en la puerta del instituto. Mejor que correr, que escapar de los monitores contigo a mi lado, mejor que encerrarnos horas en el baño.
Mejor que la libertad. Mejor que la vida. Estar contigo es mejor que todo eso.