
jueves, 9 de octubre de 2008
Rezas para que esta sea tu vida sin tí. Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla. Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa. Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado. Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porqué para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada. Ni siquiera nostalgia.

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