Nerea es una princesa con muchos príncipes, pero ninguno le gusta lo suficiente. Ella es preciosa, tiene una dulzura que se nota sólo estando en un sitio por donde ha pasado ella. Es más dulce que un algodón de azúcar... y es mi fotógrafa. Y como modelo... bueno, ya teneis ojos en la cara para ver la foto.
A Neo no le conozco, pero sé que sabe muchas de mi, que Nerea le habla mucho de mi y que tiene muchas ganas de conocerme.
A Nerea le gusta pintar agendas, pintar paredes, pintar en mi barriga, pintar, pintar y pintar, y no se le da tan mal como yo quisiera. Creo que lo hace sólo porqué yo no quiero que lo haga.

Que yo se que la sonrisa que se dibuja en mi cara, tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.

En un avión.

- ¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata.

- ¿Es que no lo ve? - Responde la dama - Me colocaron junto a un negro. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¡Denme otro asiento!

- Por favor, cálmese... - dice la azafata - Casi todos los asientos están ocupados. Voy a ver si hay un lugar disponible.

La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

- Sra., como yo pensaba, no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.
Antes de que la dama pueda hacer el menor comentario, la azafata sigue:

- Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, vistas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.

Y dirigiéndose al negro, la azafata le dice:

- Si el Sr. Lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.

Y todos los pasajeros alrededor, que, sorprendidos, asistían a la escena, se levantaron y aplaudieron...

Semana contra el racismo.

Puc parlar-te dels vells moments, provar d'endevinar el que sents, puc callar i escoltar les teves pors. Si sóc bo quan els temps són bons, també vull compartir els malsons!

Me debo estar durmiendo...
Creo que al despertarme te voy a echar de menos.

Y no nos damos cuenta de que hay gente que vive porque no tiene otra cosa que hacer en esta vida más que esperar a que le llegue el turno a morir en cualquier lugar.

Pero se asustó, -¡cómo te retumba el pecho!-,
tranqui, sólo es mi maltrecho corazón,
que se encabrita cuando oye tu voz...

Espero el bus en la parada de tus carcajadas.

Que hoy te he visto en un rincón del cielo o me lo ha parecido.

A LEÓN WERTH
Demano perdó als nens per haver dedicat aquest llibre a una persona gran. Tinc una bona excusa: aquesta persona gran és el millor amic que tinc al món. Tinc una altra excusa: aquesta persona gran ho pot entendre tot, fins i tot els llibres per a nens. Tinc una tercera excusa: aquesta persona gran viu a França, on passa gana i fred. I és clar, necessita molt que la consolin. Si amb totes aquestes excuses no n’hi ha prou, vull dedicar aquest llibre al nen que va ser aquesta persona gran. Totes les persones grans han començat essent nens. (Però n’hi ha poques que sen recordin.) Doncs corregeixo la dedicatòria:

A LEÓN WERTH
quan era petit.

Yo estaré en todas partes, en todas partes donde quiera que mires, donde exista una posibilidad de que los hambrientos coman, allí estaré, donde exista un hombre que sufra, allí estaré, y estaré en la risa de los niños cuando sientan hambre y la cena esté ya preparada, y cuando los hombres coman de la tierra que trabajan y vivan en las casas que levanten, allí también estaré.

Fem una escapada, tu i jo? A un lloc on només existeixi el núvol, aquell antic i famós núvol, no sé si el recordaràs..
No sé que tens, que m’enamora cada dia més, que fa que cada cop que et miro, s’apoderin de mi les ganes de menjar-te a petons i dir-t’ho tot, tot. D’agafar-te dolçament la cara entre les meves mans, de mirar-te als ulls i dir-te que t’estimo, que em tornes boja i que ho ets tot per mi...
Hi ha alguna cosa que em captiva quan et miro. Potser és la tranquilitat que em dónen els teus braços quan m’envolten, o els teus dits, quan s’entrellacen amb els meus. Hi ha alguna cosa que em captiva, o potser masses.
I et repeteixo, que em tornes boja, boja quan em fas somriure, amb aquell somriure en el que se’t fan aquells foradets a les galtes, aquella brillantor que se’t fica als ulls quan em mires, quan simplement m'observes sense fer res, simplement contemplant-me.
No sé que tens..

Nunca rogué nada más que un "no me decepciones".